Camila Almendra, nacida en Osorno y criada en Valdivia. Profesora de Lenguaje y Comunicación y Magíster en Literatura Hispanoamericana Contemporánea, ambos en la Universidad Austral de Chile, Valdivia. Profesora de género y sexualidad itinerante del campo a la universidad, autora del libro Trabajando por una educación integral y libre de violencias (2021). Practica kung fu tradicional y el canto. Sus publicaciones literarias están en revistas y antologías tales como Revista Ceres (Ediciones Mal Criada, 2015-2021), Silvestres y Eléctricas, poetas latinoamericanas (Cartonera Helecho, 2016) y en Maraña: panorama de la poesía chilena joven (Editorial Alquimia, 2019). Publica su plaquette de poemas El viaje de la Heroína (Editorial Alto Horno, 2016). Actualmente, trabaja en dos proyectos poéticos: Provinciana en Colores (Ediciones Kultrún) y Endoscopía, algunos de estos poemas han sido publicados en revistas virtuales.
De Provinciana en Colores Fucsia furiosa I Ni temporera con olor a fruta. Ni campesina de muslos voluptuosos. Ni poeta que le
dicen la poetisa. Ni cantante de folk incomprendida. Ni china coqueta. Ni estudiante mapulover. Ni dueña de fundo. Ni inquilina. Ni cocinera con amor. Ni voz entoná’
ni pincoya.
SOMOS MÁS QUE ESO.
Champurria, nieta de los huertos infinitos. El neoliberalismo nos peinó pa’ atrá. Vienen a
ver hurtadas tierras en jets privados.
NO TRAIGO LA MAGIA DEL SUR.
Escupo en sus torres. Me quieren chiche austral. One hundred percent full in the city of n’guillatún-parties.
Empaparnos de pop, duchas de esmog, diazepam y lodo, dos estaciones de invierno y
un poco de frío sol.
En los humedales, cisnes de cuello negro preparan su ataque a las constructoras
¡A la contraconquista! II
Los seres humanos, tan frágiles nuestros andamios y raíces de cemento. Ingenuos con
su última pantalla de cristal líquido.
Tóxica brota la carretera. La velocidad, cruel world. Desfallece la fresa salvaje entre la
avenida con palmas plantadas en los 90.
Ainileufu es una ciudad de bella máscara, de Berlín y Miami con barro, lidera los
rankings en la TV para que estemos hasta el cuello de prosit y los rifles corran por
los campos.
Azul de Prusia Una sensación de soledad abismal se reduce en tus arrugas al mate y la cocina. Lo supe de
mis sueños húmedos de adolescente. ¿Para qué competir, si te puedo besar?
Desaprender las espinas doradas, forjadas con hierro caliente en el habla.
Las mamis se reparten por el mundo acunando mis penas. Habrá seres que recogerán
mis pedazos para decir: somos.
Tórtola torcaza heridas las alas, los cánceres inquisidores diciendo lo que no conocen.
Creísteis la supremacía de sus voces. Lo horripilante me tocó el plexo solar abierto
para vomitar las cargas. Presumo, la cobardía de sus lenguas bífidas.
El otrora saco de papas vuela por los aires, siento la valen tía de amar con una intensidad
cercana a la muerte.
Escribo con estos pies cayosos como pluma, y con mis deseos escondidos en el rifle de la
venganza.
Quítenme el saludo, pero jamás podrán con la entereza del orgullo criado por mi
abuela. Me han puesto en la guillotina al punto sicótico de escuchar sus voces intentando dormir.
Hija orgullosa de brujas no hay defensa sin ataque de vuelta. Sus huesos se roerán
embriagados de competencia.
Con el rabillo de ojo espío los discursos que nos salvarán del crujir de dientes en el
fuego eterno.
Mis travestis me infunden las plumas: vuela con esos tacones cariño, haz explotar las
calles con tu tierna rebeldía.
El primer pigmento artificial de la hija del ensayo-error.
Azul de Hierro. El Azul de Prusia es extremadamente insoluble en agua. Agua que fluye, látigo a la piedra. Me abro con los escudos de las olas a mi favor retornando al delirio de ser avalancha. Amarillo de zinc
Tendencia en moda: TRADOX 2050. Me enchufo al gps para que la CIA sepa mis pasos.
Foto: para subir a la plataforma del mundo mi especial comida.
Busco el mejor ángulo de mí mismo. Mido el tamaño de mi miembro. Mi masculinidad es
una crisis. Reafirmo tirándome a cualquier hoyo es trinchera. CAMPEÓN CAMPEÓN CaMPEÓN.
Ahora en la nave TRADOX de 200 mg. Mañana 100 mg.
Tarde 100 mg. RIZE SOS.
La raza quiltra se prostituye en Europa: limpia pisos en América. Let´s Make America
Great Again The Same Shit.
Existir marca huellas de carbono. Reproducción, placebo de soledad. Omnipresencia
humana, WiFi del mundo. ¿Tercera Guerra Mundial?
Bienvenido, supermercado de marcas importadas.
Te invoco hidrógeno para que te detengas, vas a fundirte en el núcleo solar. El sol en gigante roja paralizará esta lobotomía. Ven a engullir las órbitas de Mercurio, Venus y la Tierra.
Agradezcamos el azar y el LESEO de vivir, en que nos convirtió el polvo de
estrellas.
Hicimos ídolos semejantes a nosotros. Jesus Christ Superstar.
Post era del monocultivo. No rescata el evangelio. No rescata el zen. No
rescata la tecnología.
¿Y las muñecas infladas que simulan amarme?
¿Y las ratas topos muertas del videojuego?
Queremos ser dueños del mundo: lava, tsunamis y el Kraken en el zoológico.
Nos merecemos la eutanasia de esta angustia.
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De Endoscopía
Endoscopía
A quién engañas me preguntó.
Entre el dasein y el ichinen, un microcosmos del universo.
Llegar a un nueve de oros prometido en soledad y viña.
Kepler era astrólogo y astrónomo, evado tu interpelación así apaciguo en la Historia
un dolor que es nimiedad.
Encuentra casa en el estómago, la siempre mascarada, el acabose,
los tubos no más.
Inmersión y encuentro el vacío, no pasiva con la violencia. Mas, la venganza es un acto fúnebre. Nadie felicita la victoria sobre un muerto.
Me iría a una abadía o un ovillo enredado, como si el infinito se encontrara en su
centro, la seguridad se planta sobre placas tectónicas que convergen.
Rumiar el pensamiento, creo que decía.
Hay que purgar las cosas de la vida.
Limpiar lo que te carcome. Ver a la otra al espejo. Compasión del propio dolor.
Boca mía no fue boca mía, era la que tengo.
Quiero expulsar libélulas, encarnada en las notas menores del yaraví de los puñales.
Tengo la fractura mal cuidada y corro.
Inconsistente
soy
solución inyectable de mis mentiras.
Silencio IV
El Hombre de Dios no me oyó:
le pregunté si seremos indisolubles a la muerte,
si la humanidad es una sola o si las nuevas figuras existen.
Incómoda.
La rutina, como una fosa, se presagiaba en mi cama.
Cuánto cuesta una vida según el color constatado por el ojo de señores blancos, sin luz de sol, que se cuele por su banco.
La huella contaminada en la fábrica de felicidad, cada mañana.
Las cuidadoras del mundo tienen sed de sus bancarrotas.
Ya no te acurrucaste en mí.
Hijo del Hombre.
Hombre de Dios,
¿por qué me has abandonado?
Habiendo tantas drogas, te entubaste la desgracia.
Dice la palabra de mi pecho herido.
No hay profecía más certera que esta.
Planos de la sublimación
Permanezco en movimiento, vocablo prematuro de la disolución,
precisa en lo invariable; replegar alas en la punta del cosmos.
Bosquejando mis vestigios, las exequias son convertidas en agua.
Correr con el ladrillo del otoño en el bolsillo no es cualquiera cosa.
Los falsos ídolos no resplandecieron a la hora de clausurar sus párpados.
Me enseñaron después la inexistencia: no ungí mis ojos
en colirio
ni cicuta
ni arenga propia.
Fue el tiempo de ser cuenco, en carne y flor me cultivé.
Invocaré los tres sedimentos que conforman mi ladrillo,
acaso los dones otorgados en cuna regresaran sin dogma.
Crucé la zanja del ensueño,
entre la vaca y el caballo, pende virilidad y familia.
No hay bien ni cariño que por esfuerzo divino se salve.
Abro vítrea palma,
cuelgo las cadenas del narciso martirio, por auxiliar lo funesto.
Levito desde la primera a la doceava casa,
buscando maestría con el desafectado.
Yo perseverando, aún en el oprobio,
mi ladrillo es sustancioso en demasía y transmuta mi voluntad hasta desertar.
Tan seguidilla la triada de espíritus lo hizo terracota humilde,
cualquiera que escuchaba su relato le ofrecía una genuflexión.
Saco el ladrillo, lo palpiveo.
El secreto es que mamita me enseñó la quiromancia desdoblada,
vaticinóme sola y torrencial.
Ningún día se parece al otro junto a él.
Cuando de vanidad carece el canto el amor no se consume.
¿Qué retiene el animal perecedero?
Armada soy de daga y pluma.
Sueño con el hijo del Hombre, luego, el triángulo sublimado.
Reposo y responso:
hallé su altar de la oniria.
De El viaje de la heroína
Virgen de las Barricadas
Tú que todo lo conviertes en fuego
menos a mí que te miro de abajo
me gustaría sacarte esa capucha
y hacer la revolución en la cama, la silla y el suelo.
Virgen de la insurrección y el canto
te prendo una vela en silencio
la porcelana de tu piel
fue cambiada por tu tez morena
firme y profana.
Ya no hay rosarios que te rodeen
los he sacado todos
para admirarte mejor.
Te tengo en un pedestal
pero te bajas
profunda.
Virgen inmaculada,
sucia.
Debajo de esas mantas blancas
se descubre tu fuerza.
Estás entre llantas
y piedras.
Por más humo que llegue a ti
sigues siendo mi única devoción.
Virgen de las Barricadas
¡No hay rezo que te plazca!
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