Guillermo Mondaca Fibla, Coquimbo, 1991. Licenciado en Letras y estudiante de Pedagogía en Filosofía. Se adjudicó la Beca de Creación del Fondo del Libro del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes 2018 para su obra Contacto y contagio. Ha participado del Taller de la Fundación Pablo Neruda en La Sebastiana, y en el Taller de Investigación Poética, en Concreto Azul, Valparaíso. Su trabajo literario aparece en Maraña, Panorama de poesía chilena joven (Editorial Alquimia, 2019) y en II Reescritura de Valparaíso (Editorial Balmaceda Arte Joven Valparaíso, 2019)
Los siguientes poemas pertenecen a su libro inédito Sutura.
Sostenemos nuestros cuerpos
verticales afuera del agua
en necesidad de gloria
o en la ternura del amor prevalece
ente las hojas un canto del paraíso
el ojo en el cetro del reino.
***
Ocupas demasiada energía
en algo que gana altura cuando es espontáneo
no sé hacerlo dije así puedo
empezar
no quiero ir hasta allí por carnadas
necesito perder lo que sé
ganarlo con mis manos
levanto los pestillos por si alguien quisiera
entrar a robar a casa esta noche
no coincidir
del todo es nuestro logro.
***
La mesa manchada se mantiene familiar aunque fría
cada cosa en su sitio
la lámpara torcida la taza sucia con café
una botella de plástico deforme
por el agua caliente
antes elevarme me hundo
en un régimen desfavorable
triángulos extendidos hasta una punta de hielo
nómada en un fondo áfono
habitar distintos lugares del río
convertirse en su claridad
alimentarse del ambiente
comenzar sin interrupción superar esta urgencia
oír las distintas variaciones de nuestros contactos.
***
Entra
para no llevar nada
no hace falta prolongarte en la forma
llueve sobre los techos
de los autos un Toyota
verde
invencible atraviesa el asfalto.
***
Me dijeron estás vacío
eres solo un cuerpo en espera del invierno
ciervo deshecho en el puelche
llueve por fin toda la tarde
veintiocho de marzo viento de subida
los minutos delgadas sogas por las que corre
un rayo de agua sin destino aparente
cae al asfalto cerro abajo riega la sed del suelo
la gata inclina el lomo para que le haga cariño
anocheció hace un par de horas el peso de la luz en los párpados
te tapas la cara
para hacerte un autorretrato
tierra húmeda desprendida bajo los pies
caídas intermitencias dolores
voces silbidos por las panderetas
¿y todo eso no lo conocíamos ya? uno más en la estampida.
Comments